Viajar… Qué gran palabra. Es escucharla y se me ponen los pelos de punta, la piel de gallina y los dientes largos. Y es que viajar no es para menos. ¡Las personas como yo saben lo que un viaje les ofrece! Pero como ya sabes, no siempre se tuvo la costumbre de viajar. Por eso antes de empezar este viaje a través de los sentidos, vamos a ver en qué momento de la historia comenzó esta grandiosa costumbre tal y como la conocemos hoy en día.

Contenido
- 1 La Historia de viajar
- 2 Viajando psicológicamente
- 3 ¿Por qué viajamos?
- 4 Los beneficios de viajar
- 4.1 1. Viajar reduce el estrés y la ansiedad
- 4.2 2. Viajar potencia tu capacidad para resolver problemas
- 4.3 3. Viajar aumenta tus habilidades comunicativas y sociales
- 4.4 4. Viajar abre tu mente y amplía tus horizontes
- 4.5 5. Viajar favorece el autodescubrimiento y derrumba miedos
- 4.6 6. Viajar te hace replantear muchas cosas
- 4.7 7. Viajar favorece que seas más empático
- 4.8 8. Aprendes de forma constante
- 5 Conocer otras culturas
- 6 Viaje interior
- 7 Antiguas civilizaciones
- 8 Gastronomía y viajar
- 9 A mi modo de verlo
- 10 Cuéntame tu viaje
- 11 ¿Te has sentido identificad@?
La Historia de viajar
Retrocedamos al Siglo XIX. Siglo en el que la actividad turística estuvo reservada exclusivamente a las clases altas de la sociedad (nobles o aristócratas). ¡Ya ves! Después y hasta mediados del Siglo XX, la clase burguesa comenzó a viajar por placer. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, el turismo empezó a transformarse en un fenómeno de masas, al menos en Europa. ¿Por qué?
- El tiempo libre de los trabajadores a partir de 1920 comenzó a ser mayor.
- El aumento de poder adquisitivo. Además, las empresas empezaron a pagar los días de vacaciones desde 1930.
- La firma del tratado de Maastricht en 1992, que favoreció la movilidad dentro de Europa.
- Las mejoras técnicas en el sector de los transportes (trenes, aviones…).
- Las mejoras tecnológicas en el área de la información y comunicación (internet, telefonía móvil).
- La reducción de las tarifas de viaje y los precios.
Pero tampoco quiero aburrirte con esto. Aquí lo que quiero decirte es que esas primeras razones para viajar, pudieron originarse por necesidad, por oportunidades,… Pero ya sabéis que yo voy más allá, ¿qué es esa fuerza tan poderosa que nos incita a viajar y viajar? Eso que nos empuja a hacerlo, que existe pero no lo puedes tocar…
Viajando psicológicamente
Y para conocer esa fuerza tan potente en algunos, que nos provoca a viajar, tengo que echar mano de la psicología. ¡Sí!, ya sabes que la mente es un tesoro y que en ella se origina todo. ¡Vamos allá! A ver cómo lo explico…
¿Motivación, necesidades y satisfacción?
Motivación, proceso que impulsa a una persona a realizar una serie de comportamientos que buscan satisfacer unas necesidades, expectativas y/o intereses interna o externamente generados. Además, ¡que casualidad!, deriva del latín motus o motivus, que alude al movimiento de un objeto. ¿Os suena?
Ahora bien, llegado a este punto debemos diferenciar dos tipos de motivaciones, las primarias, como puede ser tener sed, comer, dormir,…, y secundarias, ¡y son estas las que me interesan!, como inquietud, curiosidad, superación,…
Motivaciones secundarias
Aquí viene lo guay. Porque en este punto quiero diferenciar entre:
- La necesidad de escapar del estrés o del aburrimiento de nuestra rutina diaria (trabajo, obligaciones diarias,…)
- La necesidad de búsqueda de nuevas experiencias (lugares históricos, actividades culturales o de riesgo,…)
¿Cuál es la TUYA?
¿Por qué elegimos un lugar y no otro?
Pues para empezar, una vez leí algo que me dejó pensativa. Decía: «El primer paso que nos impulsa a viajar es un desequilibrio de nuestra homeostasis que, en este contexto, hace referencia al malestar que sentimos cuando, por alguna razón, creemos que necesitamos viajar (y no lo estamos haciendo)». Y relacionado con esto, está la razón, lo que nos va a hacer viajar a un lugar y no a otro, o sea, elegir el destino va a ser la necesidad de búsqueda de nuevas experiencias.
Resumiendo
A la hora de elegir un destino entran en juego necesidades personales, como pueden ser atracción por aprender de una cultura, y otras, sociales, como pueden ser las promociones, las tendencias y modas, ofertas, lo que entra por los ojos y oídos, …

¿Por qué viajamos?
El gen viajero
Interesante, ¿verdad?. ¿Qué tal te suena esto? ¿Crees que ese gen forma parte de tu código genético? El deseo de viajar está inscripto ancestralmente en el 20% de la población. Que se manifiesta también como deseo de tomar nuevos riesgos, probar nuevas comidas y nuevas experiencias.
¿Por qué unos desearíamos tener alas para no parar y otros ven en viajar un auténtico esfuerzo? La respuesta está en el cerebro, es real, mesurable y, ¡cómo no!, su nombre parece el modelo de uno de estos drones de moda: DRD4 7r. Se trata del receptor de dopamina, considerado «el gen del viaje», que determina el deseo de explorar.
¡Cómo lo lees! Por eso existen personas sin esta necesidad de viajar y luego están los de gen viajero, cuya inquietud nos empuja a la aventura, además las personas con está genética, se sienten con mayor afinidad para asumir riesgos en cuanto a nuevas ideas, comidas, interacciones,… La necesidad constante de viajar, en los individuos que portan este gen, son personas lanzadas, creativas, que buscan conocer nuevas culturas y otras formas de vida. En definitiva, cualquier cosa que les aporte crecimiento personal. ¡Yuju! ¿Tú lo tienes?
El tipo de viaje. Viajar
Cuando los investigadores hablan sobre viajes, lo tienen muy claro: todo tipo de viaje es positivo para la salud psicológica de quien lo realiza. Desde los destinos próximos hasta los viajes a lugares recónditos y exóticos, todos los viajes pueden ser una gran fuente de bienestar emocional. ¡Cómo ves no hace falta ir a la Conchinchina para disfrutar! Incluso una escapadita al lado de casa suma puntos a este bienestar emocional 😉
Sin embargo, ¿no te pasa que hay viajes que te aportan mucho más que otros? ¿Por qué sentimos eso? Esto tiene que ver con tus preferencias, en cuanto a las aventuras, experiencias, y depende de muchos factores, como por ejemplo la personalidad, la edad,… Y una súper importante, ¡las personas con las que compartes momentos, esas que te vas encontrando por el camino! De ellas dependerá muchísimo el aporte y la sensación que te lleves…
Los beneficios de viajar
1. Viajar reduce el estrés y la ansiedad
El estrés es la pandemia del siglo XIX en los países occidentales. El ritmo frenético del día a día, el trabajo, las prisas, los niños, la reunión,…, terminan por causar un malestar latente que, tarde o temprano, se manifiesta a través de cuadros de estrés.
¿Qué ocurre cuando viajamos? ¡Qué desconectamos de todo esto y simplemente conseguimos vivir el momento!
2. Viajar potencia tu capacidad para resolver problemas
¡Esta me encanta! A lo largo de un viaje, a veces tenemos que afrontar ciertas situaciones que van llegando «sobre la marcha». Quizás en algún momento te pierdas por las calles que no conoces, no te entiendan cuando hablas, pidas alguna comida confundida, … En resumen, que hay que resolver varios problemas y situaciones complicadas que se te presentarán, y esto te ayudará a mejorar esta capacidad.
3. Viajar aumenta tus habilidades comunicativas y sociales
Si siempre has querido conocer gente nueva y hacer amistades, debes tener en cuenta que viajar te brinda la mejor oportunidad para que conectes con otras personas. ¡Otra de mis preferidas! Estando en un lugar desconocido, al final te «obliga» a interactuar con su gente, con la gente que te vas encontrando en el camino, y a veces, esta gente será tu pequeña familia en la otra parte del mundo. ¡Es genial!
4. Viajar abre tu mente y amplía tus horizontes
¡Fuera prejuicios y estereotipos! Los prejuicios nos hacen sentir recelo ante personas por motivos irracionales, y nos alejan de la posibilidad de conectar con gente nueva. Descubriendo, aprendiendo de otras culturas, nos daremos cuenta de que algunos de esos prejuicios, no estaban fundados.
5. Viajar favorece el autodescubrimiento y derrumba miedos
¡Esto ni que decir tiene! Viajar es una de las mejores formas de conocerte mejor a ti mismo. Además te ayuda a superar miedos y retos, con cual te sientes más satisfecho y mucho mas feliz. La mejor forma de superar los miedos es enfrentándose a ellos. Una vez tomamos consciencia de que los miedos solo están en nuestra cabeza, poco a poco vamos relativizándolos y desterrándolos.
6. Viajar te hace replantear muchas cosas
Viajar te proporciona unas nuevas gafas de ver las cosas y la vida en general. Puede que se modifiquen tus prioridades, que en adelante le des menos importancia a las cosas materiales y valores más otras cosas que antes no valorabas. ¡Otra que me parece increíble!
7. Viajar favorece que seas más empático
Cambiar de contexto y sumergirse en una nueva ciudad y en una cultura hasta ahora desconocida te ofrece la posibilidad de relativizar tus problemas cotidianos y ponerte en la piel de otras personas que, tal vez, tengan una vida mucho más complicada que la tuya.
8. Aprendes de forma constante
Vivir experiencias únicas nos proporcionan aprendizajes y conocimientos que nos mejoran como personas. Nos da otra visión sobre las cosas, sobre las relaciones, sobre la religión, sobre la forma en que las distintas culturas afrontar la vida. [saber más]

Conocer otras culturas
Conocer otras culturas hace que abramos nuestra mente. A viajar también se aprende y si nos lo inculcan en la infancia con la mirada del auténtico viajero: ver, observar, aprender, no juzgar, tanto mejor para nuestro crecimiento personal.
Esto se traduce en algo tan importante como es el RESPETO. Respeto por otras culturas, otras religiones, otras costumbres, otras comidas,…
Viaje interior
La transformación de viajar
¡Wow! ¡Un viaje cambió mi vida! ¿Te suena? ¿Te ha pasado? ¿Has escuchado a alguna persona decir eso?Muchas personas sentimos eso, y aunque suena súper místico, ¡es real! Confieso ser una de ellas, creo que los viajes desmontan nuestro croquis mental, nos hacen ver más allá, abriéndonos a nuevos mundos y posibilidades que antes ni siquiera contemplábamos. ¡Resetea tu mente!
¿Cuándo parece que ocurre más este cambio en tu vida? Dicen que se da más cuando las personas viajan solas, o con gente desconocida, cuando vas a países totalmente diferentes, culturalmente hablando, al tuyo, cuando un viaje es largo, cuando supone un desafío bien físico, espiritual, mental,…
¡A veces necesitamos un cambio! Viajar puede ayudarnos a recuperar la fe en nosotros mismos e incluso a superar las malas épocas.
Antiguas civilizaciones
La importancia de las civilizaciones antiguas claramente se deduce del impacto que aún se percibe en el mundo contemporáneo. Y cómo me gusta que sean tan importantes… De acuerdo con algunos autores, fueron las prácticas rituales compartidas y no el miedo al castigo divino, lo que permitió a las primeras sociedades complejas mantener la cohesión. Sus aportes a la ciencia y la cultura se constituyen en la base sobre la que está construido el mundo moderno. ¡Por eso me parecen tan interesantes! ¡Me encanta mirar al pasado! En él encuentro respuestas a muchas de las costumbres actuales.

Gastronomía y viajar
¡Esta parte seguro que a todo el mundo le interesa…!
Sociedad y gastronomía
La gastronomía es una parte muy importante de cada cultura. ¿Quién no ha echado de menos algo de su gastronomía viajando, o quién no ha echado de menos un plato típico de otra cultura al regresar de un viaje? ¡Qué levante la mano el que no haya sentido eso alguna vez! Y no se trata sólo de ciertas materias primas lo que echamos en falta, sino del conjunto, de la elaboración de cada plato, que puede imitarse pero no igualarse.
Tenemos mecanismos innatos que nos hacen dirigirnos hacia el alimento. Pero más allá de lo innato, comer en nuestra sociedad es una fuente de placeres. Y comer y beber es una fuente de socialización. ¿Cómo celebramos los momentos? ¡Reuniéndonos y comiendo y bebiendo!
En resumen, puede saberse mucho de una persona viendo cómo come y bebe. Es reflejo de su personalidad.
Neurogastronomía y viajar
A principios de la década de 1950, dos científicos descubrieron un área del cerebro de un roedor apodado “el centro de placer”. A continuación quiero explicar la relación comida-cerebro a través de los sentidos.
Vista
Diferentes colores estimulan diferentes emociones y pueden afectar profundamente a las sensaciones de hambre, sed e incluso espacio.
Oído
Crear ambiente, música de fondo,… parece que tienen un efecto profundo y sutil sobre la experiencia y el comportamiento del cliente.
Tacto
Al igual que los olores y las canciones, ciertas texturas pueden provocar estados emocionales específicos.
Olfato
El olfato ,es la conexión rápida con las emociones. [gastronomía-mundial]
¡Así que no te extrañes cuando dicen que la comida entra por los ojos! ¡Y también por el olfato! ¡Es genial, toda una aventura para los sentidos!

A mi modo de verlo
Lo que yo encuentro viajando, es algo que no se puede explicar. Que la mayoría de la gente no lo entiende, y que, cuando lo cuentas, se te quedan mirando con una cara como si estuviera hablando de algo de otro mundo. Y que, cuando encuentras alguien que siente lo mismo que tú, es como si los astros se alinearan en ese instante…¿Suerte o no? No lo sé, para mi es una suerte poder sentir esto que siento cuando conozco otras culturas, lugares y comidas. Pero todo tiene su cosa, ¡engancha!, y mucho… Yo es que llego a asociar olores con países, y como tengo un olfato perruno, ¡los disfruto mogollón!. Porque puedo teletransportarte al país en un abrir y cerrar de ojos, ¡Y nunca mejor dicho!.
Cuéntame tu viaje
Y ahora, si te apetece, cuéntame lo que tú sientes cuando viajas. Lo que buscas en un viaje, lo que no quieres perderte, lo que va más allá de lo tangible. No sé, al leerme suena un poco místico y friki, ¡pero que más da! Es así cómo muchos de nosotros lo vivimos y cómo muchos otros quisieran experimentar. Así que si te apetece, ¡no tienes nada más que contactarte y contarme! ¡Sin timidez, sin pensar que lo que me contarás será una frikada, sin cortarte ni un pelo! Porque me encanta leer y escuchar lo que me tenéis que contar y ver cómo cada uno lo vive a su manera. ¡Cuéntame!
¿Te has sentido identificad@?
Muchos más de los que seguramente piense, diréis que sí. Los que no, pues tan amigos. ¡No pasa nada! Cada uno tiene una forma de ver las cosas. Pero, si eres de los primeros, es porque estamos en la misma onda, así que quizás te interese lo que tengo para ti… [Ver más]
¡Nos vemos viajer@!