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La civilización de la cuenca del lago Titicaca
Mucho antes de que la civilización inca dominase los Andes, en el lago Titicaca nació una cultura que durante siglos fue una de las más importantes de Sudamérica, la civilización Tiahuanaco, también conocida como Tiwanaku fue una cultura preincaica que se desarrolló a orillas del lago Titicaca, en el lado de Bolivia.
Se considera que Tiwanaku es una de las culturas más longevas de América del Sur, con, nada más y nada menos que, 25 siglos de duración – desde el 1500 a. C. hasta el año 1000 d -.
Tiwanaku, fue el centro político, religioso y cultural de esta cultura que más tarde se convertirá en un gran imperio.
Pero… ¿Cómo de potente llegó a ser la civilización Tiwanaku?
Para que te hagas una buena idea, comenzaré nombrando la red de colonias y centros ceremoniales que establecieron en las regiones circundantes.
Llegando a ser tan importante como para influenciar, a través del comercio, a el oeste de Bolivia, el suroeste de Perú y el norte de Argentina y Chile.
Con una extensión de 700.00 kilómetros cuadrados.
Se distinguen 3 periodos de desarrollo, el Thuru Pacha (1580 A.C.-100 D.C.), el Qhana Pacha (100-700 D.C.) y, el Kaxa Pacha (periodo imperial o expansivo que se extiende hasta el siglo XII.
Una civilización cuyo culto estaba centrado en el Dios del Sol, Wiracocha, el Dios Creador.
¿Qué queda de la civilización Tiwanaku?
Además de muchas de sus costumbres y legados, queda un impresionante yacimiento arqueológico, como no podía ser de otra manera viniendo de mi, uno de los vestigios más importantes de América del Sur que deja la evidencia de su grandeza.
¡A mi me impactó!
Pero ahora te cuento la razón…
Primero vamos a ver lo que compone Tiwanaku.
Imponentes estructuras de piedra, como la Puerta del Sol y el Monolito Bennett, impresionantes templos, un avanzado sistema de canales de riego y una arquitectura urbana planificada.
Se cree que pudo tener una población de unos 46.000 habitantes.
Tiwanaku, impacta por sus templos y monolitos megalíticos.
La puerta del Sol y de la Luna, son un buen ejemplo de ello. Un sólo bloque de andesita de unas 10 toneladas, cuya función se basó en la cosmovisión.
Los monolitos, cuanto menos, impresionantes, son de unas dimensiones, en especial del de Benett o estela 10, cuyo peso es de 20 toneladas, colosales.
El monolito de El Fraile, uno de mis favoritos, simboliza el Dios del Agua. Su función, totalmente ceremonial, pues en sus manos sostiene un bastón y un vaso de agua, con una característica que lo convierte en especial, su mano derecha tiene los dedos del revés.
También sus templos son fascinantes, tanto el templo semisubterráneo, con 3 estelas de piedras orientadas hacia la luna (de lo que se puede deducir que es un templo dedicado a la oscuridad), rodeado de cabezas clavas, cada una representando rasgos de distintas etnias, de lo cual podemos deducir, quizás, qué fuera una ciudad cosmopolita.
O el templo de Kalasasaya, «piedras paradas», otro centro ceremonial dedicado al Dios Wiracocha.
También contaba con una pirámide, la de Akapana («que lleva la luz»), un santuario dedicado a las fuerzas sobrenaturales, como la lluvia o la fertilidad agrícola.
Además de centro ceremonial, fue un observatorio astromómico.
Y, llegamos al lugar que más misterio y secretos suscita, Puma Punku, o «puerta del puma».
Un lugar, que cuento menos, te deja pensativo, pues, a día de hoy, no se sabe todavía cómo es posible que se tallaran las piedras con semejante precisión.
De ahí, que se le haya relacionado con extraterrestres. (leer más sobre Puma Punku)
El misterio de Tiwanaku
Esta cultura no sólo destacó en su arte con la cerámica, sino que, además de sus estructuras, trabajó los metales como el cobre o el oro.
Y, a pesar de que, a día de hoy, y, hasta que los investigadores no se pongan de acuerdo, la cultura Tiwanaku no contó con sistema de escritura, pero sí con un sistema iconográfico de símbolos.
Aquí viene el misterio.
Pues, se encontró un vaso fuente de piedra de gran tamaño, datado del año 1500 A.C., en cuyo exterior contenía escritura iconográfica de estilo Tiwanaku, pero atento, porque en su interior contaba con inscripciones cuneiformes sumerias, protosumerias y semitas mesopotámicas.
¿Cómo puede ser?
Pues como lo lees, y, tras las investigaciones, se concluyó, que «no tiene ningún sentido» lo que está escrito en escritura cuneiforme, es decir, símbolos colocados al azar imitando la escritura cuneiforme.
Si quieres conocer más sobre este misterio, lee esto.
Curiosidad
En todo el complejo, no se ha hallado ni una sóla imagen femenina.
Lo cual lleva a los investigadores a pensar en una prohibición de tipo religiosa sobre las figuras del sexo femenino.
Pero solamente hay un 10% excavado.
Quién sabe lo que podrán descubrir en un futuro.
Colapso
La civilización de Tiwanaku sufrió una desintegración misteriosa hacia el siglo XI d.C.
Se cree que factores como cambios climáticos, conflictos internos y presiones externas pudieron haber contribuido a su declive.
Desde el colapso del imperio en el siglo XIII, la ciudad capital sufrió una intensa depredación.
Los constantes saqueos, contribuyeron a la pérdida de valiosos testimonios.